El servicio de autobús requiere de reformas en la infraestructura para lograr movilizar rápidamente a los pasajeros.
Ese fue el tema que se abordó ayer, al cierre de las sesiones donde se analizan cambios en la metodología de autobús. Esta metodología data de hace 20 años y requiere de diversos ajustes para que refleje mejor las condiciones del servicio que se presta en la actualidad.
La Reguladora General Adjunta, Grettel López, recordó la trascendencia del sector de transporte pues al mes se reportan 46 millones de pasajes. Es precisamente el transporte el segundo rubro de consumo más importante entre los ciudadanos costarricenses, y en éste invierten el 16% de sus ingresos al mes.
La modernización del sistema de transporte público en Costa Rica requiere del establecimiento de una serie de ajustes conjuntos, que van desde una mejor infraestructura vial, a la aplicación de los sistemas operativos basados en rutas que operen de forma coordinada e integrada entre los concesionarios en cada sector geográfico. Se debe avanzar de igual manera hacia la profundización del uso de tecnologías y sistemas de información para mejorar la planificación y gestión del sistema y otras áreas que puedan impactar en la adecuada oportunidad, cobertura y calidad con que se presta el servicio.
Es preocupación constante la situación actual de la infraestructura vial, lo que se ha convertido en la principal amenaza para la prestación óptima del servicio de autobús. Ante esto es que se demanda la construcción de más y mejor infraestructura vial, uso de carriles de alta ocupación o carriles exclusivos para el uso de autobuses, dado que hoy día se congestionan rápidamente.
De la misma forma se recomienda la expansión de la capacidad del transporte público, lo que implica mejoras en la calidad (regulación, tiempos de viaje, servicio).
Las autoridades del Ministerio de Transporte y del INCOFER coindicen en la necesidad de sustituir el uso de automóviles por medios colectivos. Guillermo Santana, Presidente Ejecutivo de INCOFER, aseguro que buscan soluciones alternativas al transporte público que sirvan por al menos 50 años. “El país debe preocuparse más por el transporte de las personas, que de los vehículos” afirmó el jerarca del INCOFER.
Santana recordó que se debe actuar de forma rápida, puesto que por día ingresan 135 vehículos nuevos al Gran Área Metropolitana, lo que se convierte en 700 metros de presa adicionales al día. La flota vehicular pasó, en solo 5 años, de 600 mil vehículos a 800 mil, un incremento del 133%.
Federico Villalobos, experto de la Universidad de Costa Rica, afirmó que el Plan Nacional de Transporte en Costa Rica requeriría una inversión de al menos 3,7% del Producto Interno Bruto (PIB) para lograr la infraestructura que demanda la sociedad actual. Sin embargo, al día de hoy, solo se está invirtiendo un 0,8% del PIB, por lo que hay una brecha en unos $1600 millones ó ¢864 mil millones. Villalobos considera que los ciudadanos en forma conjunta con las autoridades, debemos definir claramente a lo que aspiramos porque “queremos proyectos de calidad mundial con tarifas bajas”.
Por su parte, Arnoldo Camacho, Profesor del INCAE, recordó que en Costa Rica existe una ventaja relativa al ser un país de ingreso medio-alto con una distribución medianamente equitativa; sin embargo, contradictoriamente “tenemos una incapacidad terrible para desarrollar proyectos”. Coincidió Camacho con otros expositores, en la necesidad de que todos definamos nuestras prioridades como país, porque crece la flota vehicular, crecen los usuarios, pero no aumenta al mismo ritmo la infraestructura vial, lo que produce un rezago del que todos nos quejamos.
Finalmente Sebastián Urbina, Vice-Ministro de Transporte avaló muchas de las críticas y comentarios efectuadas, pero recordó además que el Gobierno requiere el apoyo de todos los sectores y que en éstos momentos trabajan en alianzas público-privadas que permitan lograr financiamiento que permita construir las obras que el país requiere.