· La semana pasada se destruyeron 2.430 cilindros como parte del Programa de Evaluación de la Calidad del Gas de ARESEP.
· Este año las empresas envasadoras han incorporado 15.000 cilindros nuevos como parte del Programa de renovación de envases.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) destruyó 2430 cilindros de gas en mal estado, la semana pasada.
La destrucción se realiza como parte del Programa de Evaluación de la Calidad del Gas, de ARESEP, en el cual se revisa el estado de los cilindros en el proceso de envasado. En esas revisiones se descartan los envases que no cumplan con los requisitos de calidad y especificaciones, tales como golpes, corrosión, fugas, al igual que los cilindros hechos de aluminio ya que estos no cumplen los requerimientos mínimos de seguridad.
Durante el proceso de inspección y fiscalización realizado la semana pasada, los equipos técnicos de la Autoridad Reguladora participaron en la incorporación de 2.000 nuevos cilindros, la devolución de 3.000 cilindros ya marchamados, así como la destrucción de 2.430 cilindros en mal estado que no cumplían con las normas técnicas establecidas.
El Intendente de Energía, Mario Mora, indicó que “es crucial revisar el estado de los cilindros para prevenir emergencias. Es importante que el usuario adquiera únicamente los envases en buen estado y rechace aquellos que no cumplan con las disposiciones de seguridad. Nuestra tarea es sacar del mercado aquellos cilindros que están en mal estado en las envasadoras y hemos encontrado apoyo de las empresas para proteger a los usuarios”.
El plan de renovación del parque de cilindros, acordado entre la ARESEP y las empresas envasadoras avanza de manera satisfactoria con el fin de dotar el parque con 100.000 envases nuevos por año.
La ARESEP realiza inspecciones semanales en todas las plantas envasadoras y ahí marchama, mediante la colocación de un dispositivo, los cilindros en mal estado. Posteriormente la empresa revisa estos envases y descarta definitivamente los que no tienen arreglo.
El mecanismo de destrucción consiste en la extracción de cualquier residuo de gas en su interior y luego se procede a romper el envase metálico para inhabilitarlo de forma permanente perforando manualmente el envase. Los restos de metal son reciclados por empresas dedicadas a esta labor.