Este pasado 2015, la Intendencia de Agua de ARESEP realizó un seguimiento detallado de la situación de los acueductos comunales a nivel nacional, con el fin de conocer su gestión y las condiciones en las que se presta el servicio de agua potable a los usuarios.
Con la colaboración del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Universidad Nacional, se inspeccionaron 19 sistemas, se realizaron visitas de seguimiento en 20 acueductos, recopilación de información en 26 operadores para efectos del estudio tarifario y labores de capacitación a 108 ASADAS.
Según los análisis efectuados, se determinó que en la mayor parte de los acueductos comunales se presentan situaciones de vulnerabilidad sanitaria de bajas a intermedias en las fuentes, tanques de almacenamiento y redes de conducción y distribución. Entre el 10% y 15% de los acueductos rurales presentan vulnerabilidades altas o muy altas por la poca capacidad operativa para brindar un mantenimiento, poniéndose en peligro la calidad del agua suministrada.
Además, en el 12,3% de las ASADAS visitadas no se cuenta con sistema de desinfección. En acueductos pequeños se dificulta la inversión en este tipo de sistemas, debido a la imposibilidad de realizar un control adecuado de la calidad del agua, por lo que no es posible garantizar que el agua que distribuyen sea apta para el consumo humano.
En estos análisis se ha detectado ausencia de cloración y la presencia de coliformes fecales, presencia de metales pesados como hierro, manganeso, plomo y mercurio, entre otros. Todos estos resultados han sido remitidos al Ministerio de Salud para que tome las acciones pertinentes.
En la mayor parte de las ASADAS, el personal operativo es de solo uno o dos fontaneros y para las más grandes hay peones encargados del mantenimiento y limpieza de las redes; sin embargo persisten condiciones de bajos ingresos, lo que imposibilita mantener las fuentes de agua, tanques de almacenamiento y otras obras en condiciones óptimas de operación y libres de contaminación.
Con respecto a la presión del agua, se encontró que la mayor parte de los sistemas operan por gravedad, en condiciones topográficas abruptas donde no existen problemas con el cumplimiento de las presiones mínimas. En las zonas planas y con caudales escasos se presentan presiones insuficientes en las horas pico.
Sin embargo, salvo condiciones de fuerza mayor o por condiciones propias de las fuentes de abastecimiento, en los acueductos comunales visitados no se presentan problemas graves de interrupción del servicio.
En lo que respecta al aspecto tarifario, se requiere capacitar y concientizar a los miembros de las Juntas Directivas de las ASADAS, con el fin de que conozcan que las tarifas no cubren únicamente los costos operativos básicos de los sistemas, sino que debe hacer una reserva para reponer los activos al final de su vida útil, se deben financiar las inversiones requeridas y cubrir los costos del control de calidad del agua.
En este caso se determinó la necesidad de que AyA realice una política agresiva para que las ASADAS apliquen las tarifas fijadas por la Autoridad Reguladora, que cumplan con la universalidad de la medición, que contraten los análisis necesarios para cumplir con el Reglamento para la Calidad del Agua Potable, que coloquen y operen adecuadamente los sistemas de desinfección del agua, y que realicen la inversión y el mantenimiento necesarios para reducir la vulnerabilidad sanitaria en la infraestructura de los sistemas.
Las ASADAS visitadas estaban localizadas en Esparza, Paquera, Chira, Nosara, Santa Cruz, Corozalito, Pérez Zeledón, Buenos Aires, Puerto Jiménez y Valle Azul, con las siguientes características:
37% tiene entre 1 y 150 abonados
· 35% tiene entre 151 y 500 abonados
· 11% tiene entre 501 y 1000
· 17% tiene más de 1000 abonados,
Las ASADAS visitadas en su totalidad brindan el servicio de acueducto a 35.991 abonados, los cuales representan aproximadamente 143.964 habitantes.