ARESEP excluye de tarifas de la CNFL proyectos Balsa Inferior y Eólico Valle Central

La Intendencia de Energía de la ARESEP aprobó un aumento muy inferior al solicitado por la CNFL, pues excluyó costos que no están asociados con el servicio de electricidad o que no están debidamente justificados.

Parte de los recortes decretados por la Intendencia de Energía se refieren a la no inclusión del costo que tienen los proyectos Balsa Inferior y Eólico Valle Central que ascienden la suma aproximadamente ¢169 000 millones, por cuanto se determinó que dichos costos no se encuentran debidamente justificados y además la información de respaldo prestó inconsistencias.

Según valoraciones preliminares, el costo del proyecto Balsa Inferior pudo haber sido 173% mayor al estimado en la etapa de factibilidad; y en el caso del proyecto Eólico Valle Central su costo pudo haber sido 153% mayor; situación que preocupa a la Intendencia de Energía y razón por la cual, adicionalmente, ordenó una investigación que permita clarificar las inconsistencias encontradas.

Según la solicitud de la CNFL, de haberse incluido dentro de la tarifa el costo asociado a estos dos proyectos, la tarifa de generación hubiera sido 230% mayor (¢117,7 por kWh) al precio promedio que dicha empresa le compra al ICE (¢51 por kWh).  Hasta tanto la CNFL no justifique debidamente los costos de esos proyectos, la Intendencia de Energía consideró el costo de compras de energía como si se le comprara al ICE, el cual resulta ser más barato y de esta forma no trasladar costos injustificados a los usuarios del servicio de electricidad que sirve la CNFL.

Por otro lado, después de un análisis técnico detallado y riguroso, se excluyó del cálculo de las tarifas ¢ 4 183 millones relacionados con gastos derivados de la convención colectiva.  Se trata de gastos que a criterio de la Intendencia de Energía no guardan relación con la prestación del servicio público y por lo tanto no pueden ser cargados a las tarifas eléctricas y que se refieren al Fondo de Ahorro y Crédito, destinado principalmente al financiamiento de vivienda para sus empleados, el del Centro de Recreación Sindical, servicio de soda, la celebración del día del funcionario entre otros beneficios. 

Otro rubro que estuvo bajo análisis de la Intendencia de Energía fue el gasto por publicidad empresarial. A criterio de esa Intendencia, el gasto en campañas publicitarias sobre la gestión de la compañía no está relacionado con la prestación del servicio público, y por lo tanto recortó un monto de ¢ 349,95 millones que tampoco debe ser cargado a los usuarios del servicio de electricidad.

Según indicó el Intendente de Energía, Juan Manuel Quesada: “promover niveles crecientes de eficiencia en la prestación de los servicios públicos constituye la clave para la consolidación de un modelo de regulación moderno que logre un balance dinámico de los intereses de usuarios y prestadores.  La Intendencia de Energía, en cumplimiento de las competencias que le otorga la ley, continuará realizando análisis detallados y rigurosos con el fin de evitar que se trasladen a las tarifas costos excesivos, que no guardan relación con la prestación del servicio público o que no se encuentren debidamente justificados.”

En este contexto, el ajuste aprobado a la CNFL resultó ser de 18,6%, significativamente inferior al 35% que había solicitado, el cual se aplicará por un período de 12 meses (del 1 de enero al 31 de diciembre de 2016).  La mayoría del ajuste (14,64%) se explica por el reconocimiento que debe hacerse de las compras que la CNFL hizo al ICE durante el período de 10 meses del año 2015, las cuales no habían sido reconocidas en su oportunidad debido a que la CNFL no logró justificarlas debidamente.

Señaló el señor Intendente que “el ajuste aprobado permite garantizar la prestación del servicio y su continuidad. Sin embargo la mejora de la condición financiera de la empresa dependerá de su capacidad de gestión para hacer un uso eficiente de los recursos otorgados.” 

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