La Intendencia de Energía de ARESEP inmovilizó, en tan solo dos semanas, 2500 cilindros de gas en mal estado, medida que fortalece la seguridad en el suministro de este servicio, en beneficio de los usuarios que utilizan gas.
Esto se debe a la aplicación de una nueva regulación, más rigurosa para verificar, recalificar y destruir cilindros en mal estado, con el fin de brindar mayor seguridad a los usuarios de gas, y garantizar que no se pongan a la venta cilindros en mal estado.
Según indicó el Intendente de Energía, Juan Manuel Quesada, “este nuevo procedimiento de inspección forma parte integral del Programa de evaluación de la calidad del gas que venimos impulsando desde 2013. Nuestro compromiso es consolidar un modelo de regulación que propicie la prestación de servicios públicos seguros y de calidad”.
Durante el mes de noviembre se realizaron 28 visitas a las 9 plantas envasadoras de gas que operan en el país. En dichas visitas se aplicó de forma transparente y objetiva las nuevas regulaciones y se revisaron por muestreo más de 2 500 cilindros, los cuales no pasaron las pruebas aplicadas. Es decir, el 100% de los cilindros inspeccionados no aprobaron la evaluación técnica.
Con el fin de garantizar que cilindros en mal estado no circulen nuevamente, se les coloca un marchamo a aquellos que no pasen las pruebas. Ese marchamo posee un número único, lo que permitirá la trazabilidad del cilindro. Los cilindros que no pasen las pruebas deben ser recalificados por las empresas envasadoras y solo podrán ponerse a la venta aquellos que la empresa certifique que han pasado la revisión. Aquellos que no las pasen, deberán ser destruidos y de esta forma garantizar que no vuelvan al mercado y se ponga en peligro a más de 615 000 hogares y comercios del país que utilizan este producto.
Los resultados obtenidos en aplicación de esta regulación más rigurosa para verificar cilindros, agregó el Intendente de Energía “son consistentes con los resultados del informe de evaluación del primer semestre del 2015, el cual reveló que el 60% de los cilindros portátiles tenía al menos un defecto que comprometía la prestación de un servicio seguro, tales como golpes, corrosión, fugas en las válvulas y falta de información para poder identificar a la empresa prestadora del servicio”.
“La seguridad en la prestación de los servicios públicos no es negociable”, señaló el Intendente, “razón por la cual seguiremos redoblando esfuerzos para que las empresas reguladas cumplan con las obligaciones que la ley les exige”.
La Autoridad Reguladora hace un llamado a los usuarios para que continúen ejerciendo sus derechos como usuarios de servicios públicos y no reciban cilindros en mal estado.